EL PRIMER
MILAGRO QUE JESÚS HIZO.
Sucedió que
de regreso del Jordán, Jesús fue caminando hacia Galilea. Y en el camino iba llamando a algunos de sus
Apóstoles. Jesús y sus primeros discípulos fueron invitados a una fiesta de
bodas en el pueblo de Caná. Las fiestas de bodas en la época de Jesús duraban
varios días. Y los novios debían atender
y alimentar a los invitados todos esos días.
A los invitados también se les servía vino. Cuando Jesús llegó con sus
amigos a la fiesta, ya su Madre, la Virgen María estaba en la fiesta. Estando
en plena celebración, los encargados de servir se preocuparon mucho, porque se
había acabado el vino y no había más para brindarle a los invitados. La
Santísima Virgen, que estaba ayudando a servir, se dio cuenta del problema que
tenían esos pobres novios. La Virgen María, por supuesto va casa de su Hijo
Jesús. Le explica el problema diciéndole
: no tienen vino.
Jesús enseguida atiende a su
Madre, que le está pidiendo que haga algo.
Y ese algo no es otra cosa que un milagro. Le está pidiendo a Jesús que haga su primer
milagro.Si Jesús hacía un milagro ahí y
en ese momento, ya todos se iban a dar cuenta de que Jesús era Dios, o al menos
que era alguien muy especial. Y Jesús se asegura que la Virgen de verdad quiere
que El se muestre ya como el Hijo de Dios.
Por eso le responde algo extraño a su Madre. María entiende lo que Jesús le quiere
decir y entonces ordena a los mesoneros: hagan lo que el les diga. Había allí
unos jarrones inmensos que se usaban para tener agua a la entrada, para que los
invitados se lavaran las manos bien al llegar.
Jesús les dice a los mesoneros que llenen esos jarrones. Los mesoneros
se preguntarían ¿qué vamos a hacer con tanta agua, si lo que necesitamos es
vino? Sin embargo, como María les había
dicho que hicieran lo que Jesús les dijera, ellos obedecieron y llenaron los
jarrones de agua. Y cuando comenzaron a servir el agua que estaba en los
jarrones, lo que salía era un vino bello de color y riquísimo de sabor.